La máquina a vapor, el modelo Ford T y la computadora personal son las grandes reliquias de cada una de las tres Revoluciones Industriales por las que pasamos a lo largo de la historia. Estos objetos representan, respectivamente, el inicio de la mecanización, la línea de producción en masa y la automatización de procesos que nos trajeron a la 4ta Revolución Industrial, el inicio de la era 4.0.
Esta nueva era está marcada por una fusión de tecnologías que nos permiten reducir las barreras que existen entre las esferas física, digital y biológica. Como consecuencia, tenemos una velocidad de cambio sin precedentes y una evolución exponencial de nuevos descubrimientos y tecnologías. El poder de transformación es tan amplio que los sistemas enteros de producción, gestión y gobernanza están siendo impactados por procesos innovadores, incluso en aquellas industrias más tradicionales como la agricultura.
En todos los países del mundo, el trabajo en el campo está pasando por procesos de inmersión en el mundo 4.0. Hoy, los drones sobrevuelan plantaciones enteras, las máquinas agrícolas modernas realizan la siembra con precisión gracias al GPS, y los cultivos derivados de la biotecnología presentan protección intrínseca contra diferentes plagas. A ellas, se suman muchas otras tecnologías y herramientas sofisticadas que están llegando al campo para dar soluciones a muchos de los desafíos que enfrenta el productor. Desde la gestión eficiente de recursos hídricos, como la reducción del impacto ambiental y el ahorro de energía.
Además de estas innovaciones, hay muchas otras que colaboran con el buen funcionamiento de todos los procesos. La Internet de las cosas (IoT), por ejemplo, garantiza la conectividad entre dispositivos como drones, tractores, celulares o tablets; y permite la comunicación entre equipos que antes actuaban por separado. Ahora, contamos con una red de conexión e intercambio de una gran cantidad de datos que resulta esencial para generar información importante al momento de tomar decisiones y mejorar la previsión de los principales eventos que pueden impactar en el negocio del agro.
Este proceso ocasionó la demanda de almacenamiento de estos datos generados, que garantice un uso simple de ellos, lo que se resolvió con Cloud Computing (Computación en Nube). Por medio de esta tecnología, nos liberamos de los stocks físicos de archivos y hacemos la red de información aún más integrada y segura, teniendo la capacidad de volcar allí datos útiles para mejorar procesos de manera continua. El mecanismo por el cual la computación trabaja para que las máquinas desarrollen la habilidad de aprender, favoreciendo la evolución de softwares y tecnologías asociadas es conocido como Machine Learning.
Dada la complejidad y grandeza de todo ese escenario, «Revolución» realmente parece ser el nombre más apropiado. Productores modernos, estén preparados para tiempos de cambios rápidos y evolución.